ÉPICA JORNADA JACOBEA-SOLIDARIA

“El viento, la lluvia y la niebla

Por el terrible puerto hacia Ávila

En camino, con muchos de los suyos

 -frío, fuerza e ilusión- ACASSE anda.”

Saliendo del Herradón

Que me perdone D. Manuel Machado con esta “mala” recomposición de una de sus estrofas del poema “Castilla”, pero sirve de descripción rápida y concisa de lo que ocurrió el pasado sábado durante la etapa El Herradón – Ávila. Ya los augurios de los meteorólogos presagiaban un tiempo atmosférico problemático para los peregrinos que transitan por estas zonas abulenses, pero la realidad superó con creces las predicciones, porque prácticamente desde la salida a las 7,30 de la madrugada de la estación de autobuses de Tordesillas hizo acto de presencia la lluvia que nos acompañaría durante esta jornada solidaria con los proyectos de la ONGs PUENTES. Tras recoger en Ávila a un grupo de “los Amigos del Camino de Santiago de Ávila” nos enfilamos rumbo al Herradón. 

Saliendo del  alto del Boquerón

Niebla, agua, frío...

Las condiciones climatológicas empeoraban hasta tal punto que se optó ofrecer dos alternativas a los caminantes: Iniciar el recorrido desde El Herradón con la subida del puerto del Boquerón o hacerlo directamente a partir de la cima del puerto. Una veintena se decidió por la primera (hasta Ávila 24 km) y el resto por la segunda (17 km hasta Ávila). Los que salen del Herradón enseguida se enfrentan al ascenso alternando zonas de falsos llanos con cuestas más empinadas y sorteando alguna que otra vaca de raza avileña que pastaban plácidamente invadiendo el propio camino. El agua y el viento dificultaban el caminar y apenas permitían disfrutar del paisaje. Los caminantes siguiendo el sendero ascendente, en muchos momentos un tanto resbaladizo por el barrillo, pronto comenzaron a notar la humedad de la lluvia que ahora ya arreciaba y mojaba. A un ritmo bastante intenso, (les esperaba la recepción del alcalde sobre las 2,30 de la tarde), fueron superando todas las adversidades incluida la baja temperatura. Y así llegaron al alto del Boquerón (1.315 m. de altitud).

En Tornadizos

Desde este punto había partido el otro grupo más numeroso. Al frío, la lluvia y el viento, estos tuvieron que añadir la niebla “agarrada” a la parte alta del puerto y que sería su compañera durante una serie de kilómetros. El terreno se muestra bastante blando y se circula sin grandes dificultades alternando praderas con camino compacto, aunque la visibilidad, en algunas ocasiones, es casi absoluta. Las inclemencias meteorológicas obligaban a caminar agrupados buscando el rebufo del compañero. Los paraguas, anoraks y chubasqueros cumplían levemente con su función.

Pronto avistan la pequeña localidad de Tornadizos y justamente a sus puertas cesó el intenso aguacero. El bar del pueblo sirvió de cobijo casi improvisado y en él se aprovechó para el avituallamiento y la reposición de fuerzas. No había tiempo que perder y restan 10 km hasta Ávila.  Puestos en marcha por el antiguo camino de Toledo, aparece nuevamente la lluvia que arrecia sin piedad. Por un sendero paralelo a la carretera encaran la ciudad de la Santa Teresiana. Se pasa junto al complejo hotelero Naturávila Golf y más adelante se salva el río Chico a través del puente de Romanillos. Ya en la entrada de Ávila la lluvia es torrencial e impide contemplar los monumentos que se suceden hasta llegar al Real Monasterio de Santo Tomás. Aquí se produce el reagrupamiento de todos los participantes y continúan transitando por las calles de Ávila hasta llegar a la catedral.

Ávila al fondo

Ante su portada principal surge una sorpresa, la representación por parte de una pareja de los “Amigos de Ávila” en la que se narra la siguiente leyenda: “Se cuenta que dos enamorados, Jimeno y Madrona, cuyas familias estaban enemistadas y prohibían su noviazgo, utilizaron un pasadizo que comunicaba sus pozos para poder verse y amarse en secreto. 

Jimeno y Madrona

Este pasadizo construido en el siglo XII, de 0,55 metros de alto y 0,65 metros de ancho y que parte de un pozo ubicado en la nave norte, junto al trascoro, puede estar conectado con el torreón del Palacio de los Velada, construido en el siglo XV, antes que el propio palacio, del siglo XVI y ha salido a la luz casi nueve siglos después, de forma fortuita, en los trabajos de limpieza de uno de los pozos de la Catedral abulense, y parece materializar la antigua leyenda. Este pasadizo pudo facilitar los amores entre Jimeno, sirviente de la Catedral, y Madrona, doncella del torreón, cuyas familias estuvieron enemistadas. De hecho, su historia, según la leyenda, termina de forma trágica, ya que la familia de él, al darse cuenta del romance y conocer los encuentros de los amantes, recorrieron la galería para acabar con la vida de Madrona. Así acaba la historia de los pozos comunicantes.”

Con el alcalde

La puesta en escena gustó mucho a los espectadores que sin pérdida de tiempo se presentaron de inmediato en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. La recepción oficial estuvo a cargo del alcalde, Miguel Ángel García Nieto y la teniente de alcalde Sonsoles Sánchez-Reyes. Intervinieron las presidentas de las asociaciones jacobeas de Ávila y de Valladolid, el presidente de PUENTES ONGd y el alcalde. Todos tuvieron palabras de elogio y ánimo para los participantes por su acción solidaria  en un día tan especialmente duro.

Se finalizó la jornada con una comida de hermandad en un restaurante de la ciudad. 
En la sobremesa se recogió el aporte económico que cada cual ofreció para ayuda de la iniciativa de PUENTES: Mejora de la nutrición de 25 niños y niñas con discapacidad intelectual en Ibadan (Nigeria). 

En este video, grabado por Alberto desde el autobús, se puede visualizar parte del camino que recorre el puerto del Boquerón.