TORDESILLAS – MOTA DEL MARQUÉS
(LA UNIÓN DE ASOCIACIONES HACE CAMINO)
(LA UNIÓN DE ASOCIACIONES HACE CAMINO)
A pesar de ser domingo, el compromiso con el Camino de Santiago nos transforma en personas diligentes y a la hora prevista de las 7,30 de la mañana estamos con el bordón en la plaza mayor de Tordesillas. Se inicia la marcha con más peregrinos de los esperados, lo que sirve de acicate para seguir trabajando por este Camino del Sureste. Hoy el día está más templado e invita a superar los 25 kilómetros que nos esperan por delante. Los primeros transcurren flanqueados por la autovía y el polígono industrial de la Villa de los Reyes. Cercanos a Villavieja del Cerro se presentan dos alternativas. Nos decidimos por la más larga (3 km de añadidura) pero también la que ofrece mejores vistas y alejada de los ruidos. A la salida se bordea la estación de esquí seco (en construcción) donde afrontamos la empinada cuesta hasta los páramos de Bercero. Este tramo hace mella en las piernas de los peregrinos que se solventa aminorando el ritmo. Desde lo alto, con unas espectaculares vistas de las tierras cerealistas y a través de un descenso prolongado llegamos a Bercero. El bordón pasa de mano en mano sin que nadie pierda la dicha de transportar tan preciado símbolo. Ya el calor aprieta de verdad y se aprovecha para recargar las botellas y cantimploras con el agua que nos ofrece una fuente de la localidad. No hay tiempo para el reposo y se continúa camino de Vega de Valdetronco. En la unión de las dos alternativas nos encontramos con un mojón de los que colocó la Diputación de Valladolid y observamos que algún desaprensivo se ha llevado la placa indicativa de los kilómetros que restan hasta la tumba del Apóstol. En Vega, la alcaldesa y las hospitaleras nos obsequian con un sabrosísimo chocolate con pastas variadas, servido en el coqueto albergue municipal y que los caminantes acogen con sumo agrado. Resta el último esfuerzo del día. Mota del Marqués espera a una distancia prudencial. Parece que el chocolate da alas a los peregrinos, que a pesar del calor, el polvo y la dureza del suelo reseco, se agarran a un ritmo endiablado y a la 1,30 del mediodía son recibidos por el alcalde de la localidad motana en el salón de plenos del ayuntamiento. Recepción del bordón, palabras de ánimo y sellado de las credenciales a cargo de la máxima autoridad del consistorio. Se finaliza la jornada jacobea con una comida a base de “picoteo” en el “casino” situado en los bajos del ayuntamiento que hizo olvidar las inclemencias de la etapa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario