Primer Periódico Digital de Ávila
Ávila, Viernes 17 Agosto de 2007
De Murcia al pórtico de la Gloria, con escala en Ávila
Unos peregrinos murcianos realizarán el Camino de Santiago en seis años
"El Camino hay que hacerlo desde la puerta de tu casa". Es lo que dice Juan Abellán, uno de los 44 peregrinos murcianos que estos días recorren el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Ávila.
Como el resto de sus compañeros, pertenece a la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte y vienen andando desde Alcantarilla, en Murcia, aunque con una etapa cada año. En esta ocasión, el trayecto es el que les lleva de Toledo a Gotarrendura.
Fue después de una peregrinación a Caravaca de la Cruz, en un Año Jubilar, cuando se les ocurrió la idea de llegar andando hasta Santiago de Compostela y de hacerlo, además, por una ruta apenas conocida como es la del Sureste.
Pensaron entonces que podrían hacerlo recorriendo una parte cada año hasta llegar a Galicia y así llevan haciéndolo desde 2005, cuando partieron de su pueblo hasta llegar a Roda. El año pasado terminaron en Toledo y en esta ocasión su particular peregrinación acabará hoy en Gotarrendura.
Y de Gotarrendura a Benavente
Será este su punto de enlace para la próxima etapa, que les llevará, si sus previsiones no fallan, hasta Benavente. Desde allí tomarán la salida en 2009 hasta enlazar con el Camino Francés y en 2010 quieren estar en Galicia, coincidiendo con el Año Xacobeo.
Los cerca de 40 peregrinos que componen el grupo llegaron a Cebreros el martes, el miércoles pasaron la noche en Navalperal de Pinares y ayer, a las seis, emprendieron la marcha hasta la capital abulense donde, con su palo y mochila al hombro, llegaron en torno a la una del mediodía.
Tras pasar la noche en el albergue de la residencia Arturo Duperier, esta mañana culminarán su tercera etapa en Gotarrendura
Entre ellos viajan, además, varios niños, una de ellas con tan sólo cuatro años que, como los otros, "sólo aguanta un rato andando, el resto del tiempo viajan en los coches de apoyo".
De toda su experiencia, destaca Abellán sobre todo la convivencia y la hospitalidad de las gentes que se encuentran por el camino.
Unos por promesas personales, otros por deporte y todos por motivaciones religiosas, han convivido durante seis días con el asfalto de las carreteras, el polvo de los caminos y las ampollas de los pies, aunque, como dice este peregrino, “al final se solventa y si quieres puedes”.
Maria Cuenca
Fotos: Masisa Bernardo
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