EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES DE
LA ONCE (XXV)
El día 18 de mayo de 2010 la ONCE puso en circulación
un cupón dedicado a León. En él se representa el Panteón de los Reyes de León
en la Real Basílica de San Isidoro. Como dato complementario nos informa que
Santiago de Compostela se encuentra a 302,5 km por el Camino Francés.
La ciudad de León, de su glorioso pasado como capital
de uno de los reinos más prestigiosos del siglo XI en Europa, conserva
distintos monumentos románicos y
góticos. Algunos como la catedral gótica conocida como “pulchra leonina” y la
románica Real Colegiata de San Isidoro.
La colegiata es
un templo del siglo IX dedicado a San Juan Bautista, que sustituye a otro romano
dedicado a Mercurio. Con motivo del traslado desde Córdoba de los restos del
niño mártir San Pelayo, se cambió la advocación del templo. Fue destruido por
Almanzor y reconstruido más tarde en ladrillo y materiales pobres por Alfonso,
"el de los Buenos Fueros”, siendo en tiempo de Fernando y Sancha (siglo
XI), cuando se hace la nueva obra por manos de Petrus Deustamben.
El
antiguo pórtico occidental de la iglesia, cambia de función para convertirse en
el Panteón de los Reyes que se encuentra a los pies de la basílica y en el que
descansan los restos de un total de 33 miembros de la Corte leonesa: once
monarcas, doce reinas, diez infantes, nueve condes y diversos nobles. La
cronología del Panteón es dudosa, se da por fecha segura la anterior a 1063, en
que es consagrada la iglesia de Fernando I.
De
planta cuadrada y dividida en tres naves abovedadas, sus arcos se apoyan en
veintiún capiteles con mucho simbolismo: unos son de tema vegetal, otros con figuras
zoomórficas y otros historiados, como los dos que decoran el antiguo ingreso en
el templo, sorprendentes por ser los primeros que en el arte románico español
reproducen escenas evangélicas: la resurrección de Lázaro y la curación del
leproso.
Pero,
lo que hace sin duda único este lugar, son las pinturas murales que decoran sus
seis bóvedas y cuya belleza y estado de conservación han llevado a que el lugar
se haya bautizado como “La Capilla Sixtina del Arte Románico”. Se trata de
frescos sobre estuco blanco, su datación es compleja aunque sin duda anterior
al año 1149 en que se consagró la nueva iglesia.
El
programa iconográfico es variado y se divide en tres ciclos relacionados con la
liturgia mozárabe y con la fracción de la Sagrada Forma en la referida
liturgia.
El
primero se refiere al Nacimiento de Cristo compuesto por la Anunciación a la
Virgen, la Visitación, la Anunciación a los Pastores y la Matanza de los
Inocentes llena de realismo y expresividad.
El
segundo ciclo es el relacionado con la Pasión de Cristo formado por la Última
Cena
El
tercer es el de la Glorificación compuesto por la Segunda Parusía descrita en
el Apocalipsis de San Juan y la escena del Pantocrátor.
Al estar en uno de los
templos más importantes del Camino de Santiago tuvo una influencia decisiva entre
los peregrinos que lo dieron a conocer en todos los rincones de Europa
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