TAMBIÉN A CABALLO

Los peregrinos hacia Santiago van dejando sus huellas a su paso por nuestras tierras. Hemos tenido caminantes, ciclistas, pero nos faltaban caballistas, modo de hacer el Camino poco habitual, debido a la dificultad añadida de atender a los caballos en un lugar adecuado. En este caso, unos días antes habían contactado con nuestra Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid (ACASSE-VA) que le proporcionó información y la ayuda necesaria para su estancia.
El pasado martes, 12 de mayo, a las 8 de la tarde embocaban el puente tordesillano cuatro jinetes peregrinos acompañados por un quinto con coche de apoyo. Raúl, Juan, José Alberto, Francisco y Litri fueron recibidos por miembros de la Asociación junto a la estatua del Toro de la Vega. “Maravilloso enclave –comentaban- el paso sobre el río, el caballo y el Toro de la Vega, los monumentos en la parte de arriba…” A pesar del cansancio acumulado por tan larga jornada, cincuenta y seis km desde Arévalo, continuaron con sus explicaciones. Salieron el domingo desde el Tiemblo (Avila), donde residen algunos, y pernoctaron en el albergue de Avila. El lunes hicieron parada y fonda en Arévalo. Desde Tordesillas quieren llegar a Santiago en etapas de unos cuarenta km diarios…si los caballos y su propia resistencia física se lo permiten. Nos cuentan que es una experiencia piloto, pues para el próximo año 2010, que es AÑO SANTO, harán el mismo recorrido una decena de caballistas. Ilusión no les falta.
Como anochecía, había que acomodar a caballos y a jinetes. Atravesamos el pueblo hasta las instalaciones que la familia Muelas tienen en el camino de Muedra, Allí estaban Javier y su hijo como anfitriones. Excelente la acogida y el servicio desinteresado ofrecido por ellos. Javier, como experimentado peregrino a caballo que es, les dio unos consejos muy prácticos que seguro los tendrán muy en cuenta. “¡Qué buena gente nos estamos encontrando por estas tierras!” repetían una y otra vez. Atendidos los animales y tras las fotos de rigor, hubo palabras de agradecimiento por parte de los caballistas.
Desde allí a los locales parroquiales donde pasarían la noche. Al menos disponen de agua, habitáculo cubierto y el suelo para descansar. Gracias a los sacerdotes, una vez más, por poner a nuestra alcance los medios de los que disponen. A la mañana, en el momento de la despedida reconocen que la “cama era dura” pero son “inclemencias” asumidas con naturalidad por los que de verdad se consideran peregrinos. Eran las ocho horas cuando ponían rumbo hacia San Pedro de Latarce, donde Conchita, su alcaldesa y socia de ACASSE-VA, les preparaba la mejor estancia posible. Que tengan un buen viaje y que nos encomienden a Santiago en el momento del abrazo en la catedral compostelana. ¡¡ULTREIA!!