24 DE NOVIEMBRE DE 2018 – SÁBADO
MEDINA DE RIOSECO - CUENCA DE CAMPOS (24,8 Km.)
A las 07:00 horas, salimos de Medina del Campo, pasamos por las localidades de Tordesillas, Vega y Mota para recoger a los peregrinos de estos municipios.
Sobre las 08:30 horas llegamos a Medina de Rioseco, allí nos esperan los amigos peregrinos de la asociación de Medina de Rioseco, (todos los Caminos comienzan en el lugar de cada Peregrino). Tienen su sede actualmente en las Hermanas Clarisas las que regentan el albergue de peregrinos y con las que colaboramos. Hoy nos van a acompañar cinco miembros de esta asociación durante toda la etapa.
Y después de la foto de familia comenzamos nuestro peregrinar.
Y después de la foto de familia comenzamos nuestro peregrinar.
Salimos de los jardines de la Concha, junto a la dársena
final del Canal de Castilla, pasamos junto a la fábrica de harinas San Antonio. Nos espera un paseo
sombreado y totalmente llano bajo los chopos, durante el cual
encontraremos varios puentes y esclusas.
Pasaremos junto a un pequeño humedal y al final cruzamos un puentecito sobre el cauce del río Sequillo. Durante la mayor parte del año este río hace honor a su nombre.Giramos a la derecha y llegamos a Tamariz de Campos. Entramos al pueblo junto a las ruinas de la torre de San Juan, y seguimos hacia la iglesia de San Pedro.
Nos acercamos a este primer pueblo de la ribera del Sequillo donde lo primero que sobresale son las pequeñas bodegas particulares que se asientan junto al río por debajo del pueblo.
Merecen ser destacadas dentro del conjunto urbano, las dos iglesias, aunque la de San Juan sólo conserva su portada renacentista el siglo XVI. Del resto, sólo queda su retablo que hoy se puede contemplar en la catedral de Santander.
La otra iglesia, San Pedro, gótica del siglo XVII construida sobre otra anterior románica, de la que se conserva la portada del siglo XII, su bóveda de arista en la nave central y las de cañón de lunetos en las laterales, sin olvidar sus retablos barrocos y dos cruces procesionales.
Para finalizar este pequeño paseo por esta localidad, lo mejor es descubrir por uno mismo, los restos de un antiguo edificio gótico con techumbre de madera y portada apuntada al que llaman "El Palacio" o los placeres que nos puede proporcionar un recorrido por el Canal de Castilla.
Salimos de Tamariz cruzando otro puente sobre el río Sequillo, desviándonos hacia el oeste para ir hasta la localidad de Moral de la Reina.
Moral de la Reina: Lo primero que nos sorprende a nuestra llegada por la carretera de Medina de Rioseco son los restos de la iglesia de San Juan. Donde veremos los arcos, puertas, paredes, incluso de la torre, donde se pretende instalar un mirador. Dentro del pueblo, lo mejor es la iglesia de Santa María, con un magnífico pórtico y espadaña que alegran el conjunto urbano basado en adobe en su inmensa mayoría.
Conviene destacar que este pueblo se encuentra incluido en la ruta del Camino de Santiago madrileño, que a través de Medina de Rioseco y Villalón, enlaza en Sahagún con la provincia de León con la ruta tradicional, la ruta francesa.
Seguiremos durante 8 km por un ancho camino de tierra, al principio rectilíneo y después más
ondulado, hasta avistar por fin la torre de la iglesia de Cuenca de Campos.
El ayuntamiento está en la plaza Mayor y anexo al mismo el albergue de peregrinos.
Poco más de 200 vecinos aún conserva Cuenca de Campos, pero este rincón de la Tierra homónima, a una cincuentena de kilómetros de Valladolid, es otro de esos lugares donde cada segundo fragua en el visitante con esa facilidad para convertir en familiar lo nuevo. Dicen que es el clima, otros apuntan hacia la idiosincrasia de sus gentes, tampoco falta el que destaca ese desconocido (desgraciadamente) proyecto de un mirador consagrado a otro no menos ilustre castellano, desde luego muy protagonista de su territorio como es el cernícalo. Seguro que es por un poco de todo.
Cuentan que al lugar donde se asienta el mirador, un modesto cerro de poca enjundia, allí donde encontraremos la “torreta” de ladrillo que, impulsada en 2009, tan buenas vistas sobre el pueblo y el entorno nos regalará, lo conocen como El conjuradero, ya que allí todos los habitantes pedía para que los temporales no echaran a perder las cosechas que amenazaban, literalmente por esos de las subidas de caudal de los arroyuelos, este rincón de la Tierra de Campos. Tuvo que ser zona fervorosa, pero es posible que entre las desamortizaciones y la despoblación contribuyesen a la pérdida de templos. No en vano, en tiempos gozó de tres ermitas, cinco iglesias y un convento.
La sencillez atrayente de lo mudéjar, la popular variedad de sus soportales y la solidez de muchas fachadas de aires históricos dominan los rincones de este pueblo de adobe, ladrillo y campo. Mucho campo. Pero también con sus zonas tristemente ruinosas, peligrosamente decadentes. Los cernícalos, vecinos de una experiencia pionera en la cría de pichones, se han encargado o han ayudado a reverdecerlo.
Todo esto nos lo contó muy bien contado Lorena, encargada de la oficina de turismo. Tienen varios proyectos sobre la restauración de los palomares, para ello han elaborado una campaña denominada "Apadrina un palomar" deseamos que esta idea salga para adelante y rescanten todos los máximos palomares posibles.
En Cuenca de Campos, nos esperaba el hospitalero con las puertas abiertas del albergue y un vino español. Muchisimas gracias por vuestra acogida.
Terminada la etapa nos vamos de nuevo a Medina de Rioseco para comer. Allí nos espera el Alcalde de esta localidad David Esteban, quien tuvo la amabilidad de acompañarnos a comer. Para agradecerle su hospitalidad y como buen taurino que es, le "recompensamos" con la canción del Toro de la Vega. Esta fue una mas de las anécdotas que nos ocurren en nuestro peregrinar. Muchas gracias David.
Después de la comida, regresamos a nuestros pueblos, otra etapa maravillosa, con unos paisajes castellanos preciosos donde la calma que reina durante todo el camino nos hace sentir el espíritu peregrino.
No desaprovechamos nada, cogiendo setas |
Pasaremos junto a un pequeño humedal y al final cruzamos un puentecito sobre el cauce del río Sequillo. Durante la mayor parte del año este río hace honor a su nombre.Giramos a la derecha y llegamos a Tamariz de Campos. Entramos al pueblo junto a las ruinas de la torre de San Juan, y seguimos hacia la iglesia de San Pedro.
Nos acercamos a este primer pueblo de la ribera del Sequillo donde lo primero que sobresale son las pequeñas bodegas particulares que se asientan junto al río por debajo del pueblo.
Merecen ser destacadas dentro del conjunto urbano, las dos iglesias, aunque la de San Juan sólo conserva su portada renacentista el siglo XVI. Del resto, sólo queda su retablo que hoy se puede contemplar en la catedral de Santander.
La otra iglesia, San Pedro, gótica del siglo XVII construida sobre otra anterior románica, de la que se conserva la portada del siglo XII, su bóveda de arista en la nave central y las de cañón de lunetos en las laterales, sin olvidar sus retablos barrocos y dos cruces procesionales.
Para finalizar este pequeño paseo por esta localidad, lo mejor es descubrir por uno mismo, los restos de un antiguo edificio gótico con techumbre de madera y portada apuntada al que llaman "El Palacio" o los placeres que nos puede proporcionar un recorrido por el Canal de Castilla.
Salimos de Tamariz cruzando otro puente sobre el río Sequillo, desviándonos hacia el oeste para ir hasta la localidad de Moral de la Reina.
Moral de la Reina: Lo primero que nos sorprende a nuestra llegada por la carretera de Medina de Rioseco son los restos de la iglesia de San Juan. Donde veremos los arcos, puertas, paredes, incluso de la torre, donde se pretende instalar un mirador. Dentro del pueblo, lo mejor es la iglesia de Santa María, con un magnífico pórtico y espadaña que alegran el conjunto urbano basado en adobe en su inmensa mayoría.
Conviene destacar que este pueblo se encuentra incluido en la ruta del Camino de Santiago madrileño, que a través de Medina de Rioseco y Villalón, enlaza en Sahagún con la provincia de León con la ruta tradicional, la ruta francesa.
Seguiremos durante 8 km por un ancho camino de tierra, al principio rectilíneo y después más
ondulado, hasta avistar por fin la torre de la iglesia de Cuenca de Campos.
El ayuntamiento está en la plaza Mayor y anexo al mismo el albergue de peregrinos.
Poco más de 200 vecinos aún conserva Cuenca de Campos, pero este rincón de la Tierra homónima, a una cincuentena de kilómetros de Valladolid, es otro de esos lugares donde cada segundo fragua en el visitante con esa facilidad para convertir en familiar lo nuevo. Dicen que es el clima, otros apuntan hacia la idiosincrasia de sus gentes, tampoco falta el que destaca ese desconocido (desgraciadamente) proyecto de un mirador consagrado a otro no menos ilustre castellano, desde luego muy protagonista de su territorio como es el cernícalo. Seguro que es por un poco de todo.
Cuentan que al lugar donde se asienta el mirador, un modesto cerro de poca enjundia, allí donde encontraremos la “torreta” de ladrillo que, impulsada en 2009, tan buenas vistas sobre el pueblo y el entorno nos regalará, lo conocen como El conjuradero, ya que allí todos los habitantes pedía para que los temporales no echaran a perder las cosechas que amenazaban, literalmente por esos de las subidas de caudal de los arroyuelos, este rincón de la Tierra de Campos. Tuvo que ser zona fervorosa, pero es posible que entre las desamortizaciones y la despoblación contribuyesen a la pérdida de templos. No en vano, en tiempos gozó de tres ermitas, cinco iglesias y un convento.
La sencillez atrayente de lo mudéjar, la popular variedad de sus soportales y la solidez de muchas fachadas de aires históricos dominan los rincones de este pueblo de adobe, ladrillo y campo. Mucho campo. Pero también con sus zonas tristemente ruinosas, peligrosamente decadentes. Los cernícalos, vecinos de una experiencia pionera en la cría de pichones, se han encargado o han ayudado a reverdecerlo.
Todo esto nos lo contó muy bien contado Lorena, encargada de la oficina de turismo. Tienen varios proyectos sobre la restauración de los palomares, para ello han elaborado una campaña denominada "Apadrina un palomar" deseamos que esta idea salga para adelante y rescanten todos los máximos palomares posibles.
En Cuenca de Campos, nos esperaba el hospitalero con las puertas abiertas del albergue y un vino español. Muchisimas gracias por vuestra acogida.
Reponiendo fuerzas en el albergue de Cuenca |
El Alcade de Medina de Rioseco en un momento de la comida |
Gracias a todos y todas por los increíbles días que personalmente me hacéis pasar y sé que en esto tengo que generalizar (y no me equivoco) por que todos nos sentimos igual.
Hasta la próxima, amigos y buen camino.
Ultreia |
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