jueves, 13 de noviembre de 2014

Leyenda en Santiago de Compostela

LA SOMBRA DEL PEREGRINO

En la literatura jacobea se cuentan numerosas narraciones centradas en Santiago de Compostela.  Son leyendas e historias mágicas que se pueden catalogar como sobrenaturales. Las iremos comentando en nuestras páginas
Presentamos una de las más llamativas conocida como la historia del fantasma o la misteriosa sombra del peregrino que cada noche desde hace siglos se aparece al anochecer en la Plaza de la Quintana. 
Parece que se trate de un alma en pena que nunca alcance su destino, condenado a peregrinar por el resto de la eternidad.
Realmente esta curiosa imagen no es otra cosa que la simple sombra proyectada por la luz de la iluminación nocturna de la Catedral sobre un pequeño pilar de granito, al que va enganchado el cable del Pararrayos que hace de toma de tierra.
Así pues, en dicha plaza , justo en la base de la Torre del Reloj, y entre la Puerta Real y la entrada de la Puerta Santa, todos los días , al atardecer, poco a poco se aparece la sombra de un peregrino, ataviado con la indumentaria medieval, con su capa, sombrero, e incluso el bordón típico de los caminantes.
La imagen acumula un sinfín de versiones. Hay quien cree que refleja el alma de un peregrino que se quedó para siempre en la Catedral. También hay quien mantiene que la aparición podría ser la manifestación de alguna de las almas de aquellos que reposan en el cementerio público que ocupó el espacio de la plaza; otros apuntan a que se trata del alma de uno de los desdichados que fueron condenados a morir quemados en la hoguera en alguno de los actos de fe, dictados por la Inquisición, que tuvieron lugar en ese mismo lugar.
 Existen dos versiones que son las más extendidas y que ilustran el hecho:
*La primera es una triste historia de amor, que cuenta cómo un sacerdote, enamorado de una monja de clausura que vivía en el Convento de San Paio de Antealtares, todas las noches cruzaba un pasadizo secreto existente bajo la Plaza de la Quintana y que unía la Catedral  con dicho Convento.
Después de un tiempo el sacerdote propuso a la religiosa escaparse juntos para vivir su amor libremente. Se citaron al anochecer y el clérigo se disfrazó de peregrino para no llamar la atención. La esperó pacientemente, pero ella, nadie sabe por qué, no acudió a la cita. Noche tras noche el enamorado sigue acudiendo a su cita de  la Plaza  esperando a que algún día llegue su amada.
*La otra versión está relacionada con el Camino. Esa  imagen tenebrosa, podría ser la de un peregrino francés, de alta alcurnia, llamado Leonard du Revenant, hijo de un noble de París, y cuya historia transcurrió en el Siglo XV.
Se cuenta que con dieciocho años envenenó a su padre para heredar su fortuna. Tras ser juzgado y condenado a muerte, el Duque de Borgoña, del que se rumoreaba era hijo natural y no del asesinado, intercedió ante los tribunales, consiguiendo conmutar la pena. Tras unos años de cárcel, se le impuso la peregrinación a Compostela para redimir su pecado y, de esa manera, acceder a los bienes del difunto.
En1493 inició el camino hacia Compostela pero con poca devoción. Una vez cruzó lo Pirineos, conoció una joven posadera a la que quiso hacer suya por la fuerza, lo que le valió una pelea con su novio, al que mató antes de raptar a la joven, a la que forzó y posteriormente asesinó. Buscado por las autoridades, consiguió huir disfrazado de monje mendicante y luego de peregrino pobre.
Llegó a Compostela poco antes de la puesta de sol, las posadas estaban todas repletas de peregrinos y no encontró techo bajo el que dormir, por lo que lo hizo a los pies de la catedral, bajo la Torre del Reloj y a la entrada de la Puerta Real. Pronto quedó profundamente dormido y en sueños se le apareció León du Cornu quien le dijo:
“Con esta visita a Compostela purgas la pena de mi muerte puesto que yo te perdono, pero no la de los dos jóvenes navarros que asesinaste en el camino. Hasta que sus almas no peregrinen a Compostela, no podrás abrazar al santo”.
Leonard, se levantó asustado , y desenvainó su espada para atacar al espíritu de su padre, pero éste fue más rápido y clavó la suya en el pecho de su hijo.
Desde ese día , el espíritu de Léonard du Revenant noche tras noche , monta guardia delante de la Puerta Real, aguardando paciente a que sus víctimas peregrinen a Compostela y le salven de su terrible destino.
(Fotos y video obtenidos en internet).

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