ENTRE MONTAMARTA Y LA GRANJA DE
MORERUELA
Enseguida
se toma una pista de concentración con un fuerte repecho para seguir durante
tres largos kilómetros en línea recta. Por esta zona el grueso del grupo circulaba
a cierta distancia del último grupeto que lo hacía un tanto atrasado. El barro
y grandes charcos aparecían por doquier debido a la lluvia caída los días anteriores sin incidir en la marcha.
Aquí se produce la voz de alarma
ya que dos peregrinas han tomado un camino confundido aunque rápidamente se le
da la información necesaria para su incorporación al resto. Se sigue avanzando
sin grandes dificultades hasta llegar a las ruinas de Castrotorafe, importante
ciudad del siglo XI que custodiaba el puente sobre el río Esla y que fue
abandonada en el siglo XVIII. Es un buen momento para fotografiar el poblado
medieval y retomar la senda hasta Fontanillas de Castro donde se realiza el
avituallamiento.
Aquí
se produce simultáneamente la llegada de los últimos y la partida de los
primeros. Restan hasta la Granja de Moreruela aproximadamente 10 km. Cruzamos
la localidad y pasados unos tres kilómetros se entra en Riego del Camino. Los siete
kilómetros restantes son un tanto épicos pues la abundancia del barro licuado
se hizo resbaladizo ralentizando el
ritmo de los peregrinos por miedo a posibles caídas. Ello retardó un tanto la
llegada a Moreruela que se cerró sobre las tres del mediodía. Los autobuses
trasladaron a los peregrinos hasta Montamarta donde se repitió almuerzo en el
restaurante del mes anterior. Varios acontecimientos que afectaban a algunos de
los caminantes obligaron a recortar la sobremesa y acelerar la salida hacia los
puntos de destino no
sin antes felicitar a la pequeña peregrina Carla en su octavo cumpleaños
después de recorrer los primeros 14 km.¡Felicidades!
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