DE MOTA A
SAN PEDRO DE LATARCE
POR EL
CAMINO DEL SURESTE
Nueva etapa
por estas tierras castellanoleonesas en un día que se ofreció con viento
helador pero que una vez más fue del agrado de todos los participantes. El
pistoletazo de salida se dio en la plaza mayor de Mota del Marqués, junto al
ayuntamiento. Medio centenar de peregrinos posaron para la foto de recuerdo y
enseguida enfocaron la salida de la localidad dejando a la izquierda la
imponente torre de la iglesia de San Martín y siempre bajo la mirada del torreón
del castillo que vigila desde lo alto de una loma.
Llegados en grupo a la
primera bifurcación se gira a la izquierda para cruzar un arroyo por un puente
de cemento y posteriormente la autovía de la Coruña. Aquí se inicia una corta pero
durísima subida que obliga a circular con sufrimiento y casi “en fila india” a
los caminantes que ahora han comenzado a formar diversos grupetos. Superada la
cuesta se abre el horizonte por un camino llano a izquierda de la autovía que
les llevará hasta el punto de avituallamiento que se realiza en una gasolinera
junto al cruce de la carretera de Urueña.
El día se había nublado por completo
y el viento refrescaba con cierta intensidad. Los derivados del cerdo
repusieron las fuerzas y los ánimos de los camineros jacobeos que arrancaron
dirección Villardefrades por una larga pista flanqueada por innumerables postes
del tendido eléctrico.
Cuando la recta parecía no tener fin y a punto de tomar
una bajada entre chopos, aparece el caserío de la citada localidad. Se avanza
por un magnífico camino de tierra hasta llegar al cruce de la carretera que
lleva a Toro. Villardefrades queda a 300 metros a la derecha, por lo que
algunos se acercaron para visitar la iglesia inacabada de San Miguel y otros,
los que no lo habían hecho antes, para tomar el correspondiente bocadillo.
Quedan seis
kilómetros para finalizar la etapa en San Pedro de Latarce. Ahora cada uno circula a
su aire y enormemente distanciados. Se sigue por un andadero de firme muy duro
y pedregoso que impide el avance con seguridad rodeados de campos cerealistas
que han comenzado a tener su tono verdoso anunciador de la ya cercana
primavera.
De esta guisa y ya a las puertas de la localidad sampedrina se deja
a la derecha la ermita de la Virgen de la Bóveda. Sobre las dos del mediodía
llegaron las últimas unidades al mesón Harreñal donde se celebró la habitual
comida de hermandad.
Antes del
regreso a Tordesillas, Rodrigo, miembro de ACASSE-VA y natural de San Pedro,
nos dio una lección magistral sobre la historia y estructura del castillo que
se encuentra a orillas del río Sequillo mandado construir por el rey Alfonso IX
de León a finales del siglo XII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario