PUERTA SANTA O DEL PERDÓN
De las puertas que dan acceso a la catedral
compostelana desde las cuatro plazas que la enmarcan, una de las más conocidas
y a la vez de las menos utilizadas es la Puerta del Perdón o Puerta Santa.
Peregrinos de ACASSE Santiago-Finisterre 2011 |
La Puerta Santa es
la más cercana a la escalinata que existe en la Plaza de la Quintana (la
otra puerta próxima es la Real) y se considera la meta de los peregrinos que
llegan a Santiago de Compostela en busca del Jubileo. Se abre el 31 de diciembre anterior
al Año Santo,
aquel en el que el 25 de julio cae en
domingo. Un privilegio que data del siglo XII, mediante bula del Papa Alejandro III, que
permitía ganar en Compostela las mismas indulgencias que
se ganan en Roma los años jubilares, que allí suelen coincidir cada 25 años. Se
trata de la bula de concesión más antigua que conserva la religión católica, la
“Regis aeterni”, fechada en 1179. En
ella se confirma un privilegio anterior concedido por el Papa Calixto II, quién da
nombre al Códice Calixtino.
Cerrada con una reja, fue una de las 7 puertas menores
y estuvo dedicada a San Paio, cuyo monasterio está justo enfrente. Su función
actual data del siglo XVII,
en el que fue construida su fachada actual.
Sobre ella puede verse al Apóstol Santiago, y a sus discípulos Teodoro y Atanasio a
sus costados. A ambos lados de la puerta están colocadas 24 estatuas sedentes
de apóstoles, patriarcas
y profetas, dispuestas en cuatro calles de tres cuerpos a cada
lado, todas procedentes del coro románico construido por el Maestro Mateo, autor del Pórtico de la Gloria. Es conocida
también con el nombre de Pórtico del Perdón o Puerta de los veintisiete sabios.
Por esta puerta, realmente una antesala, se accede a
un pequeño patio, en cuyo fondo está la auténtica Puerta Santa, por la que se entra a la girola o deambulatorio del ábside de la Catedral,
muy cerca del Sepulcro del Apóstol.
La Puerta Santa ha estado tapiada por tradición con
un muro de piedra, cuya dureza simboliza el duro peregrinaje por el Camino de Santiago. Cada tarde del 31
de diciembre previa al Año Santo el ritual de apertura de la Puerta Santa se repite: una procesión religiosa que sale por la puerta de Platerías encabezada
por el Arzobispo y autoridades políticas se acercan a
la puerta; el oficiante llama tres veces con un gran martillo de plata y pide
al Apóstol Santiago permiso para entrar. Acto seguido se derriba el muro.
Un año después se cerrará la
Puerta Santa con el mismo cortejo. El Prelado bendice e inciensa las nuevas
piedras, coloca una de ellas sobre el liminar o entrada y, mientras se canta el
“Caelestis urbs Jerusalem”, vuelve al templo por las Platerías: el Año Santo ha
terminado.
Puerta interior catedral |
En diciembre de 2003 se sustituyó
la antigua puerta de madera del portillo por una de bronce, obra del escultor
compostelano Suso León, cuyo presupuesto fue de 126.000€, costeada por más de
treinta empresas y organizaciones profesionales de la capital gallega. En una
de sus caras muestra a Jesús, a Santiago y a los peregrinos más famosos que
llegaron a Santiago. En la otra, se sintetizan los seis momentos esenciales de
la vida del Apóstol.
Las fotos corresponden a la peregrinación que socios de ACASSE-VA realizaron el Año Santo de 2.010.
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