martes, 13 de mayo de 2014

 EL CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES 
DE LA ONCE (XVIII)
La ONCE dedica el cupón del día 13 de mayo del presente año 2.014 al VIII centenario de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago de Compostela. Su valor facial es de 1,50 € y se emiten cinco millones y medio de cupones. El logotipo creado para conmemorar este evento representa la austeridad franciscana e incluye la leyenda “Asís 800 Compostela”, así como el monumento pétreo del escultor gallego Francisco Asorey dedicado al santo de Asís ubicado frente a la iglesia de San Francisco, en las inmediaciones de la plaza del Obradoiro, fundada en su visita a Santiago de Compostela en 1.214. Al fondo se representa la fachada principal de la catedral compostelana.
La peregrinación de Francisco de Asís a Santiago se sitúa en el marco de la reconquista cristiana de la Península Ibérica. Los lugares y los documentos del siglo XIV refuerzan el hecho de la presencia de Francisco de Asís en España en la Pascua de 1.213; desde Italia viajaría hacia Compostela, pues en su intención de llegar a tierra de musulmanes tomó el Camino de Santiago por ser la vía más utilizada por los europeos de aquella época.
El director de la revista “El santo”, Fermín Mieza, destaca en una publicación especial sobre los 800 años de la llegada de Francisco a España que biografías escritas por sus contemporáneos y documentos que se conservan de su época dan testimonio del cariño especial que el italiano profesaba a los españoles. Los consideraba emprendedores, hospitalarios, valientes y fáciles al heroísmo a a la santidad. Añade que en los primeros años de la Orden Franciscana, después de una visión, el santo le dijo a sus discípulos:”Alegraos, he visto caminos atestados de gente alegre. Entre ellos, aceleran el paso los españoles”. En la batalla de Daimieta, en la cruzada de Oriente ( a la que asistió ny quiso impedir) Francisco “lloró, sobre todo por los españoles, al ver su arrojo en la batalla y morir inútilmente”.

Además, durante este año se entregará a los peregrinos, junto con la tradicional compostela, otra certificación llamada ‘Cotolaya’, si visitan la ciudad siguiendo los pasos de San Francisco de Asís y lo hacen con una devoción franciscana. Recibe el nombre por Pedro Cotolay, el carbonero que habría hospedado al santo en Santiago en 1214 y al que éste le habría encargado la construcción de un convento. “Dios quiere que me edifiques un convento de mi orden. Vete a aquella fuente, que allí te dará con qué. Obedeció Cotolay y halló un gran tesoro con el que edificó este monasterio. Y de ello dan fe un sarcófago y una inscripción alusiva”, narra la revista italiana 'Lugares de peregrinación'.

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