viernes, 12 de diciembre de 2014

CAMINO FRANCÉS EN LOS CUPONES 
DE LA ONCE (XXI)
La ONCE edita el día 10 de mayo de 2010 un cupón dedicado a Frómista, localidad jacobea por excelencia de la provincia de Palencia. En él aparece el ábside de la iglesia de San Martín. Faltan para llegar a Santiago de Compostela 411,6 km por el Camino Francés.
La iglesia de San Martín de Tours fue en sus inicios un monasterio benedictino mandado construir por la reina doña Mayor de Castilla, viuda de Sancho III el Mayor de Navarra y a él se retiró después del fallecimiento de su marido. La construcción  puede datar de finales del siglo XI. Según lo que figura en el  testamento de doña Mayor la iglesia de San Martín ya estaba acabada en la fecha de su muerte, ocurrida en 1.066.
Socios de ACASSE-VA en Frómista
Se piensa que su construcción no debió de durar más de 20 años por lo uniformidad en sus hechuras. 
En el año 1118 el monasterio deja de ser benedictino para pasar a la orden de los cluniacenses y depender del Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes.
Entre 1.894 y 1.904 fue desmontada y reconstruida por Manuel Aníbal, eliminando todos los elementos añadidos a lo largo de los siglos e “inventándose” los que habían desaparecido, como algunos capiteles que fueron sustituidos por réplicas y que actualmente se conservan en el Museo Arqueológico de Palencia. Por este motivo da la sensación de ser demasiado nueva. 
Es uno de los  templos más representativos del románico español. La iglesia de compone de planta basilical de tres naves de cuatro tramos cada una  acabadas en ábsides semicirculares, el central mayor que los laterales, transepto que no sobresale en planta  y cimborrio. Dos torres campanarios cilíndricos se elevan a los pies de la iglesia. Todo el templo está realizado en piedra caliza de color oro claro.
Los ábsides  se dividen en dos cuerpos horizontales separados por unas impostas de ajedrezado. En el caso del ábside central aparecen tres ventanas quedando separadas por tres estilizadas columnas que recorren todo el muro hasta la cornisa. 
En los ábsides laterales se abren dos ventanales en cada uno de ellos y una sola columna que las separan. Sus capiteles están decorados con motivos vegetales, entrelazados, bestias, aves enfrentadas y figuras humanas, algunas de tipo erótico. Bajo el tejado de los tres ábsides se encuentra una gran colección de canecillos. 



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