lunes, 30 de junio de 2014

DE CAMINO POR TIERRAS LEONESAS
Nos esperaba el Camino Francés entre Mansilla de las Mulas y Villadangos del Páramo. Para recorrer este trayecto de cuarenta y dos kilómetros se programó un fin de semana con pernocta en un albergue privado situado en Puente Castro, barrio de  León. La abundancia de peregrinos, en gran mayoría extranjeros, que circulan por  esta ruta en estas fechas primaverales hacía más atractiva la marcha por una zona que desde luego no es de las más bellas del camino. El magnífico tiempo atmosférico que acompañó durante los dos días contribuyó al  éxito de estas marchas jacobeas.
Cuarenta y siete fueron los peregrinos que se decidieron a participar en esta actividad organizada por la Asociación del Camino de Santiago del Sureste en Valladolid (ACASSE-VA) . Hubo que madrugar para iniciar la etapa en Mansilla de las Mulas. Su monumento al peregrino que recibe a los caminantes a la  entrada de la localidad sirvió como marco para la foto oficial. Hubo que atravesar todo el pueblo por su calle principal. Se abandona Mansilla a través del antiguo puente de piedra sobre el Esla. Por un andadero paralelo a la carretera y con el grupo muy estirado se pasa por Villamoros y Puente de Villarente donde es necesario cruzar el río Porma. El intenso tráfico rodado no es el mejor compañero del peregrino, pero es obligado soportarlo prácticamente hasta la entrada en León. Se llega a Arcahueja, punto para el avituallamiento y el reagrupamiento. En la terraza del albergue se compartieron viandas que reconfortaron las fuerzas un tanto disminuidas. Quedaba por delante la única dificultad de la etapa con el ascenso al alto del Portillo. La colina se superó sin dificultad aunque algunos peregrinos ya sufrían debido al calor y a los kilómetros recorridos. En lontananza se divisaba León, pero hubo que tomar este tramo con paciencia pues restaba algo más de una hora para llegar al albergue “Piedad” en Puente Castro, extrarradio de León. Albergue prácticamente a estrenar, muy limpio, con unas instalaciones completísimas y con una atención por parte de sus propietarios digna de mención. A medida que fueron llegando los caminantes se acoplaron en las diferentes habitaciones. Tras la comida que nos sirvieron en el mismo albergue se dio tiempo libre aprovechando la tarde para visitar la ciudad. A las veintitrés horas todo el mundo descansaba. Nos esperaba un domingo con veintidós kilómetros por delante.
Siete de la mañana. Diana y suculento desayuno. Instantánea en la Plaza de San Marcos junto a la estatua en bronce realizada por el escultor Martín Vázquez de Acuña en homenaje a la gran cantidad de  peregrinos que pasan por León. De inmediato se cruza el río Bernesga para presentarnos en Trobajo del Camino a través de calles y plazas. En toda esta etapa llevamos como “compañeras de viaje” a un numeroso grupo de ciudadanas japonesas con un equipamiento un tanto llamativo. Algo más adelante nos encontramos a las puertas del Santuario de la Virgen del Camino, parada obligatoria a medida que van llegando los andarines. Aquí tomamos el trazado que nos llevará hasta Villadangos, un largo páramo de unos 14 kilómetros. A la salida de Valverde de la Virgen se hace la parada para refrescar y tomar “el bocata”. 
Se continúa por una pista sin apenas desniveles, recta y un tanto aburrida, situada al lado izquierdo de la carretera N-120 con un ritmo un tanto acelerado. En unos minutos se cruza San Miguel del Camino y parece que ya hay ganas de dar por finalizado el recorrido, pero aún quedan siete largos kilómetros que el grupo patea totalmente fraccionado. Con síntoma de cansancio y sudorosos se llega a la entrada de Villadangos del Páramo y más concretamente al restaurante Avenida II, donde se hará la comida. Algunos se acercaron al pueblo para visitar la iglesia de Santiago Apóstol donde se recogen varias piezas muy interesantes relacionadas con el santo.

El ágape, variado y abundante, fue del gusto de los comensales que no mostraron prisa en la sobremesa. A media tarde se regresó a los puntos de origen tras dos días de intensa camaradería que quedará para el recuerdo.







1 comentario:

rbca dijo...

No soy yo quien debería de escribir este comentario, pero después de este fin de semana, puedo decir que tenemos la mejor asociación del mundo mundial, por estar formada por personas que hacen que el camino sea especial. Desde Antonio y Mary quién organizaron hasta el último detalle hasta las últimas incorporaciones a la asociación que se adaptaron al grupo sin problema, sin apenas conocernos. gracias a todos.... Y os esperamos en septiembre en la próxima marcha de fin de semana.